-“Ya los venezolanos sienten cercana su libertad”, fueron algunas de las palabras que transmitió la hija de María Corina Machado.-
El presidente de la República, José Raúl Mulino, participó hoy en la ceremonia de entrega oficial del Premio Nobel de la Paz 2025 a la líder opositora venezolana, María Corina Machado. Dado que Machado no pudo estar presente en el Ayuntamiento de Oslo, Noruega, fue su hija, Ana Corina Sosa, quien recibió el galardón y denunció en su discurso principal que Venezuela padece casi tres décadas de dictadura brutal.
Acompañado de la primera dama, Maricel Cohen de Mulino, el presidente Mulino fue uno de los cuatro jefes de Estado latinoamericanos que asistieron al acto. Participó como invitado especial de la homenajeada, en agradecimiento al apoyo a la causa que busca liberar al pueblo venezolano del actual régimen. La invitación de Machado también fue atendida por Javier Milei (Argentina), Santiago Peña (Paraguay) y Daniel Noboa (Ecuador).
De acuerdo con el Comité Noruego del Nobel, Machado fue elegida este año por su “incansable trabajo en la promoción de los derechos democráticos para el pueblo de Venezuela y su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”.
En presencia del rey de Noruega, Sosa representó a su madre leyendo el discurso que ella debió ofrecer en Oslo. En él narró cómo los venezolanos han decidido ir contra todo pronóstico a rescatar su libertad. “Sin recursos, sin publicidad y sin medios de comunicación dispuestos a mencionar nuestros nombres, avanzamos armados únicamente de convicción. El boca a boca se convirtió en nuestra red de esperanza y se extendió más rápido que cualquier campaña, porque el deseo de libertad seguía vivo dentro de nosotros”, detalló Sosa, en referencia a la preparación de los venezolanos para las últimas elecciones, cuyos resultados fueron desconocidos por el régimen.
Sosa continuó su discurso indicando que, durante los dieciséis meses transcurridos después de las elecciones donde se desconoció el triunfo de Edmundo González, desde la clandestinidad “hemos construido nuevas redes de presión cívica y de desobediencia disciplinada, preparándonos para una transición ordenada hacia la democracia. Así llegamos hasta el día de hoy, en el que resuena el clamor de venezolanos que ya sienten cercana su libertad”.
Finalmente, Sosa resaltó el profundo significado del Premio: le recuerda al mundo que la democracia es esencial para la paz. “Y lo más importante, el principal aprendizaje que los venezolanos podemos compartir con el mundo es la lección forjada a través de este largo y difícil camino: si queremos tener democracia, debemos estar dispuestos a luchar por la libertad”, concluyó.
Agregó que la libertad se conquista cada día, en la medida en que haya disposición a luchar por ella. “Esa es la razón por la cual la causa de Venezuela trasciende nuestras fronteras. Un pueblo que elige ser libre no solo se libera a sí mismo, sino que contribuye con toda la humanidad”.